Maratón

Ayer corrí mi primer carrera de diez kilómetros.
Contarles lo que fue quizás no sea decirles mucho, todo el tiempo pensé que llegaría al último.
Pero por desgracia llegue penúltimo. A pesar de eso tuve el incondicional y caluroso aplauso que la gente le da al que quedo medio kilómetro atrás y aun así la sigue remando.
Gracias a todos, en especial a esos tres niños insolentes que con sus cariñosas burlas me hicieron compañía durante el trayecto.

Estaré en la línea de largada el próximo primero de agosto para otros diez.